Un yugo invisible,
imperceptible,
intangible,
rodea su alma...
Agobiándola,
angustiándola,
oprimiendo su pecho
y sus sienes...
Un ejercito hormonal,
la paraliza,
la entumece,
la estorba en su duro caminar....
Ene no sabe explotar,
se aisla en ella,
configurandose confusiones,
que traen la lluvia...
En su cubo privado,
echada en su cama,
forma sus propias nubes,
yo no escucho los truenos,
pero los siento, se intuyen....
no sabía que habías vuelto, gracias por ello
ResponderEliminary por compartir tu duende con nosotros
en ese hielo infinito ella sabe como fulgurar porque desde su centro el alma vive
...senti que me faltaba el aire!!!
ResponderEliminarlogras en tus versos un desespero sin saber!
un abrazo
Es un placer volver a pasear por tu sensibilidad, que decirte que no sepas salvo reafirmarme en que Internet gana mucho con tus letras...abrazzzusss vs salu2sss
ResponderEliminarPD:
El runrún forma parte de nuestra realidad como el aliento para seguir respirando...
muy buenas palabras, mucho sentimiento.
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